Los hermanos Coen se han convertido en los mayores exponentes del cine independiente en norteamérica.Sus películas entusiasman a los críticos y atraen a las salas de cine a un numeroso público. Su estética, que está a medio camino entre Hollywood y el cine independiente, no sería la que es sin el poder económico de las grandes compañías que distribuyen sus películas. Es una situación privilegiada, pues pocos son los cineastas capaces de conservar su integridad artística en sus tratos con Hollywood. Sin embargo poseen la osadía de sacrificar algunos miles de dólares del presupuesto a cambio de mantener un alto grado de independencia creativa.
Muerte entre las flores (1990)
Barton Fink (1991)
Fargo (1996)
O Brother! (2000)
El hombre que nunca estuvo allí (2001)
Crueldad intolerable (2003)
El quinteto de la muerte (2004)
Paris, je t'aime! (2006)
1 comentario:
si, son buenos los carnales
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